Irantzu
Pastor té 29 anys i és natural de Lesaka, un petit poble al nord de
Nafarroa-Navarra. L’any 2003 començà a estudiar Belles Arts a la UB on es
llicencià el 2007 especialitzant-se en imatge. Les seves inquietuds artístiques es
dirigiren cap a la fotografia especialitzada en situacions de conflicte.
Actualment realitza projectes com a fotògrafa freelance.
Irantzu es
la típica persona que converteix en axioma la mítica frase del dramaturg
alemany Bertolt Brecht : “L’art no es
un mirall per reflectir la realitat sinó un martell per donar-li forma”.
La seva obra
“Oroimena eta ametsak” ha estat
seleccionada per forma part de l’exposició Denominació d’Origen: Col·lecció Belles Arts.
- ¿Qué te hizo decidir
cursar Bellas Artes?
-
Creo que desde pequeña he sido muy creativa, he tenido bastante sentido de la
estética y habilidad para las manualidades. Soy muy observadora en general y
siempre he sentido la necesidad de posicionarme ante ese mundo… igual todo
llevaba al lenguaje creativo.
- ¿Por qué Barcelona?
-
Vine a Barcelona porque siempre he sentido a los Països Catalans como un pueblo
interesante socialmente y muy cercano a la vez. Por otra parte, para mí es muy
importante “el viaje” como aprendizaje y necesitaba sentirme ante esa soledad
que siempre acompaña a los nuevos viajes, necesitaba salir de casa.
- ¿Qué recuerdas de tu
obra seleccionada para la expo D.O.
Col·lecció Belles Arts, “Oroimena eta ametsak” (Memoria y sueños)? ¿Cómo
ves la obra pasado todo este tiempo?
-
Siento contradicciones, por una parte la veo lejana, sobre todo técnicamente,
ahora lo resolvería de otra manera… al fin y al cabo han pasado siete años.
Pero respecto al tema, creo que sigo haciendo lo mismo. Es curioso, no lo había
hecho tan consciente hasta hace poco, pero me he dado cuenta que estoy bastante
obsesionada con las fronteras, los muros, los pueblos oprimidos, los
conflictos, los olvidados, la memoria… supongo que es normal, al final una
cuenta su historia una y otra vez y de diferentes maneras. “Oroimena eta
Ametsak” habla del conflicto que estamos viviendo en Euskal Herria y del dualismo
de los dos lados de una frontera, al fin y al cabo, han pasado muchas cosas
desde hace siete años, pero seguimos en una especie de túnel;
vencedores/vencidos, olvido/memoria, legal/ilegal,…
- ¿Cómo crees que te
inspiró tu paso por la facultad y por esta ciudad en los proyectos que hiciste
posteriormente a tu graduación?
-
Por suerte encontré aquello que me indignaba del mundo, encontré cómo quería
enfrentar esa indignación y aprendí a comprometerme con ello. Esa certeza no te
la dan los títulos, ni másteres, ni créditos… pero empecé a encontrarlo a
través del arte en Barcelona. Conocí a un par de profesores que me hicieron
pensar mucho sobre el arte y sobre la vida, me enamoré de la fotografía, me
hicieron encontrar mi propio discurso y apostaron por mí. Ése fue el gran
regalo que me llevé de la facultad.
- ¿Cómo ves la situación
actual del arte?
-
Lo único que espero es que el arte siga siendo ese medio crítico, creativo y
revolucionario que sirva para ponerle freno a lo inhumano. Unos destruyen,
oprimen, manipulan y se quedan en la superficie, para mí, el arte tiene que ser
lo contrario, es iniciativa, creación y una reflexión profunda de las cosas.
- Mirando un poco a tu
pasado reciente, se ve que te gusta viajar, y no exactamente a destinos
considerados como turísticos.
-
Como ya he comentado antes, tengo mucho interés en los conflictos sociales,
cómo responde la sociedad ante las injusticias, hasta dónde puede llegar el ser
humano…
- Nos puedes explicar un
poco tus experiencias en Colombia y Palestina ¿Qué fue lo que te movió a ir a
estos sitios?
-
Son pueblos que siempre he querido conocer. Aunque nos quieren hacer creer que
es una lucha de Gobierno contra “terroristas”, como en muchos conflictos, de lo
que realmente estamos hablando es de un pueblo oprimido que lucha por la
justicia social, y normalmente a los grandes poderes políticos o económicos
mundiales, eso, la igualdad, la humanidad y la paz no les hace mucha gracia. He
estado tres veces en Colombia con la cámara en la espalda, sobre todo acompañando
y retratando a las víctimas de los crímenes cometidos por el Estado Colombiano,
todos ellos, ejemplo de dignidad y lucha continua que han marcado mi vida.
- Y sin irnos tan lejos,
¿cómo ves el proceso de paz en Euskadi?
-
Difícil…, parece-dicen que cambian cosas y a la vez no cambia nada. Ya no hay
guardaespaldas, pero hay 500 presos políticos y 200 personas esperando juicios
políticos o a la resolución. Un proceso implica a los dos lados de la frontera,
y una de ellas por lo visto parece que ha decidido que con las antiguas
herramientas sacaba más partido político que apuntándose el tanto “pacifista”.
Mientras esos vean la guerra como un medio más eficaz y rentable para sus
intereses económicos y políticos, no debemos esperar nada más que guerra continúa.
Citando un fragmento del texto escrito por Fer Apoa que aparece en mi obra
Oroimena eta Ametsak: “a veces la palabra paz en boca de algunos se prostituye
y pierde todo su valor”.
- ¿En qué proyectos
estas trabajando ahora mismo?
-
Actualmente estoy en un proyecto fotográfico nuevo sobre las fronteras (se ríe)
qué raro. Concretamente sobre las fronteras que pone el mundo occidental a la
inmigración. A ver qué sale de todo eso…
- ¿Bajarás a ver la
exposición? Se inaugura el 3 de septiembre en el edificio histórico de la UB.
-
¡Sí! ¡Tengo muchas ganas de bajar a Barcelona y Catalunya en general! Hace
bastante que no voy y va ser muy bonito volver con la “excusa” de la
exposición. Si no es a la inauguración un poquito más adelante seguro, además,
me encantaría estar presente el 11 de septiembre.
La seva web es www.irantzupastor.com ara mateix s’està reestructurant i en breu podrem tornar a
gaudir-la.
Eskerrik asko Irantzu!!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada